La energía nuclear a la que el Gobierno da la espalda evita que la luz suba más
El Gobierno de coalición de Sánchez e Iglesias no solo ha mostrado su cinismo ante la subida del precio de la luz -criticando duramente al Gobierno popular en su momento, pero sin tomar ahora ninguna medida al respecto–, sino que también ha desdeñado a la energía nuclear, que ha evitado una subida mayor del precio de la electricidad. En plena ola de frío debido a la borrasca Filomena, la luz ha marcado varios máximos históricos, hasta llegar a dispararse un 75% en la primera quincena del año.
Lo cierto es que la energía nuclear ha funcionado a casi el 100% de su capacidad instalada, algo que no pueden decir ni la energía eólica, ni la fotovoltaica -prácticamente apagada en el primer mes de año-, ni tampoco el gas, que afronta un año decisivo para su futuro. La energía nuclear produce energía todos los días del año y es más barata, mientras que las otras energías tienen limitaciones de disponibilidad. Con ello, los expertos aseguran que la energía nuclear ha aportado estabilidad al sector, y que a pesar de los precios inusualmente altos de la electricidad, sin su contribución «hubieran sido superiores», explican desde el Foro Nuclear.
En el mes de enero la energía nuclear ha funcionado a casi el 100% de su capacidad instalada, algo que no pueden decir ni la energía eólica, ni la fotovoltaica, prácticamente apagada
Los últimos datos elaborados por la organización empresarial desvelan que la energía nuclear y la energía eólica aportaron al sistema eléctrico el 44,27% del total de la electricidad entre el 5 y el 12 de enero, coincidiendo con la borrasca Filomena y la posterior ola de frío. Pero hay más. En ese mismo espacio de tiempo, la energía nuclear aportó el 21,77% de la electricidad, lo que la convierte en la segunda fuente del país durante los efectos de la borrasca, justo poco por detrás de la eólica, que aportó al sistema eléctrico el 22,50%.
La energía nuclear se ha convertido en una alternativa viable a la demanda de energía en todo el mundo, pero en España tiene los días contados. Su apagón ya está programado. Comenzará en 2030 y terminará en 2035, aunque desde Podemos quiere adelantarlo al 2024. “Objetivo de cierre de cierre de centrales de carbón antes de final de 2025 -y siempre garantizando el uso de carbón nacional- y de las centrales nucleares antes del final de 2024”, explican el programa electoral de la formación morada.
Podemos ha abanderado la lucha contra la energía nuclear en España. La formación se opuso rotundamente a finales de mayo a la prórroga de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) por considerar que era una central «caduca y obsoleta». Además, los podemitas pidieron al Ministerio de Transición Ecológica que no se dejara llevar por las presiones de las eléctricas y que cerrara el complejo.
«La energía nuclear es una energía del pasado, no es una energía del futuro ni limpia porque genera importantes residuos radiactivos», decía entonces el diputado y presidente de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Juantxo López de Uralde.
El PSOE también es un detractor de la energía nuclear, aunque su programa no profundiza en ello. Los socialistas apuestan por el cierre progresivo de las centrales -inicialmente fijado entre 2024 y 2028- y se focalizan en el proceso de «transición energética» y de avanzar hacia un modelo energético verde y seguro. «La energía nuclear produce residuos muy contaminantes, por lo que lo ideal es desprendernos de ella progresivamente», aseveraban Chema Dávila, exconcejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, en un debate sobre la materia.
La energía nuclear aportó el 22,18% de la electricidad en 2020, lo que la sitúa por décimo año consecutivo como la primera fuente de producción
Por contra, los defensores de la energía nuclear aseguran que se trata de una fuente de energía más eficiente, efectiva, rentable, segura y estable que otras, y que es libre de CO2.
Estabilidad al sistema
En España hay siete reactores nucleares operativos: Almaraz I y II, Ascó I y II, Cofrentes, Trillo y Vandellós II. Todo ellos generaron la quinta parte de la electricidad que se consumió en España en 2020, según datos del Foro Nuclear. Además, la energía nuclear aportó el 22,18% de la electricidad en 2020, lo que la sitúa por décimo año consecutivo como la primera fuente de producción. Respecto al factor de operación, el parque nuclear español funcionó el 89,81% de todas las horas del año.
En cuanto al impacto ambiental, los datos del Foro de la Industria Nuclear desvelan que la producción nuclear supuso el 33,14% de la electricidad sin emisiones contaminantes generada en España en 2020.
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